martes, 25 de marzo de 2008

para el gran cronopio argentino...salud!!!

Fotografías del último verano de Cortázar se exponen en una muestra en Madrid
El editor argentino radicado en España, Mario Muchnik, exhibe las fotografías que le tomó a su amigo Julio Cortázar durante la última visita del escritor a España. En las imágenes, en medio del paisaje bucólico de Segovia, sobresale la figura del autor de Rayuela, que por entonces estaba acorralado por la muerte de su última mujer y una leucemia fatal.
ULTIMOS RETRATOS DE UN GENIO. Todavía no está previsto que la muestra de Muchnik llegue a Buenos Aires. En el verano europeo de 1983, los amigos de un angustiado Cortázar le pedían que no se quedara solo.
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La escena es surrealista. Dos guardias civiles interrumpieron la paz provinciana con la que Julio Cortázar pretendía hacer más llevadero el duelo por la muerte su última esposa, Carol Dunlop.

-Usted es el señor Cortázar, ¿no es cierto? Lo vimos en el periódico- dispararon sin anestesia los dos uniformados con el sólo pretexto de tener una fotografía con el escritor argentino.

Cortázar cedió y Mario Muchnik, editor y amigo del autor, inmortalizó el momento. No sería la última. Con la recopilación de fotografías que Muchnick reunió durante el último verano con vida del escritor argentino, se inauguró en el Centro de Arte Moderno de la capital española la exposición 'Cortázar por Mario Muchnik', que finalizará el 29 de marzo.

Esas fotografías imperdibles están acompañadas por las anécdotas reunidas en el catálogo, al que propio Muchnik califica de "libro". El texto y la imágenes sirven para adentrarse en los últimos pensamientos del autor de cuentos tan recordados como "La autopista del sur" ó "Carta a una señorita en París".

"Por favor, no pases el verano solo", le pedían sus amigos al escritor, arrinconado por el recuerdo fresco de la muerte de Dunlop y por la enfermedad que no dejaba de avanzar. "El duelo de Julio duró hasta su muerte, en febrero de 1984". Por esa razón Muchnik y su mujer, Nicole, le insistieron a Cortázar una y otra vez para que abandonara por un momento su últimamente habitual solipsismo y los acompañara unos días de verano en un molino que habían alquilado en la sierra de Segovia. Contrariamente a lo que suponían, el escritor accedió pero trajo consigo su inseparable máquina de escribir Hermes Baby.

"Ya estaba enfermo, es claro. Hacía varios meses que tenía leucemia pero nosotros no lo sabíamos y él, en principio, tampoco", escribe Muchnik 25 años después. "Pero ese día de agosto en que lo recibimos en la estación de Chamartín, Julio estaba dicharachero y tenía buen aspecto".

El día 26 de agosto, el día de su cumpleaños, el mismo día que los guardias civiles le solicitaron la foto, regresó a París.

Muchinik también señala en el catálogo cómo el nombre de Cortázar trascendió los límites del público literario. "No es aventurado afirmar que son más los que quieren volver a oír su nombre que los que quieren volver a leer su obra".

Antes de concluir, el editor deja un recuerdo que habla por sí mismo del estado de Cortázar durante la estadía en Segovia. Aurora Bernárdez, el gran amor del escritor, le contó después del entierro de Cortázar, que al autor le había gustado la edición de Nicaragua, su último libro, pero que el retrato en la solapa parecía un presagio de su muerte. La imagen era una de las tantas que el propio Muchnik había tomado aquel verano, el último de Cortázar.

PUEDEN INGRESAR EN EL LINK: http://www.revistaenie.clarin.com/notas/2008/03/17/01630783.html

Espero que si alguien de españa lee esto y se pueda acercar disfrute de este material inedito de julio,saludos...

1 comentario:

La Maga dijo...

Gracias! Se me había pasado! Gracias Gracias Gracias ... lo leo con un poco de tristeza ... pero es como tenerlo un poquito aca ... Una alegría pasear siempre por tu blog.