domingo, 25 de julio de 2010

pañuelo.


Hoy hable por telefono con Elvira,mi tia.Me conto (entre miles de cosas que no me interesaban)que se habia olvidado su pañuelo favorito en un bar y que no habia vuelto a buscarlo.El pañuelo se lo habia regalado mi abuela y era muy preciado por mi tia,por eso le pregunte porque no volvia a buscarlo,si aca nos conocemos todos,seguro que alguien lo habia guardado...

Me dijo que su primer reaccion fue ir a buscarlo,pero despues penso que un mozo lo encontraba y le decía a otro "uh, mirá,esa mujer se olvidó esto" y que alguno se lo quedaba o se lo llevaba a una mujer, hija-novia-esposa-sobrina o quién sabe qué.

La anecdota termino ahi,pero yo me quede pensando.
pensé que no ir a buscarlo era no valorarlo, pero también que dejarlo era un regalo. Y que el recorrido del pañuelo podía estar bueno, que la energía se mantiene en movimiento, que todo siempre vuelve a su forma circular. Que de última es una excusa para que salga a comprarse un pañuelo nuevo porque de hacia mucho que no salia a comprarse algo por que si.
Pensé que es todo así. Dejás ir, dejás espacio para que llegue otra cosa, te despojás de lo material y también del pensamiento y no ahondás más sobre el asunto. Todo llega cuando tiene que llegar y se va cuando se tiene que ir, así que mejor no emperrarse.
Y si no se tenía que ir habra que hacerse cargo de nuestras decisiones y ya: te regalo un pañuelo para el cuello, para el pelo, para limpiar algo, para darme la oportunidad de elegir otro pañuelo que me guste más.
No estoy segura de qué significó el hecho, pero me nació escribir esto.