viernes, 13 de agosto de 2010

Manifiesto de sombra 2


(texto publicado en el n° del mes de julio en la revista"la Sombra literaria")

-imagen de Emily Burns-

Soy una sombra y serlo implica ser testigo de acontecimientos azarosos tan seguido que me sería imposible negar su existencia.Es tambien caminar bajo la lluvia dando saltitos y acertando en todas las baldosas rotas.
Es siempre el estar solo, volcarse sobre uno mismo en el otro,encontrar en el otro el pedacito que nos falta o la misma nariz, el mismo tono de piel, la misma música, una esteticidad de armonía pictórica o lúdica.


es como un hueco, un vacío del que uno se da cuenta.
Es tambien saber que hay palabras que engendran gente y yo las dibujo mientras escribo y me voy creando.Es encontrarse reconstruyendo piezas para luego destrozarlas todas.

Yo soy de despedidas largas. Soy de las que dicen adiós y no se van, hasta que ya es muy muy noche o el dueño de la casa las corre.A veces digo adiós tantas veces que la gente ya ni me cree. Se despiden también, cortésmente, pero ya no lloran la despedida: saben que me quedaré aún más, o que en todo caso terminaré por volver sobre mis pasos, arrepentida.Y es que no sé irme. Creo en el después. Pero más que eso, me atemoriza pensar en el nunca jamás, en que ya no he de volver y entonces qué tal que todavía no quería irme.
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A veces la gente se cansa de que diga adiós tantas veces, que mejor prefieren no permitirme entrar en su vida

Y yo también busco expandirme, tomar mate como me han enseñado, hablar con chés y entendés, escuchar jazz tendida en el piso, leer a Cortázar, a Gelman,a Poe.
Al final me vuelco sobre mí misma en un vacío de sombra que busca un espacio corpóreo sobre el cual caer tranquila. Al final, ché, ¿me oís? Al final.
Tengo dos espíritus inconscientes balancéandose en mi cuello.
El silencio me nombra, saben soñar las aves.
¿Existe acaso un notario, abogado del diablo, que ostente en su mano la firme prueba de mi existencia?

Eliana Ramponi