lunes, 25 de julio de 2011

Contra todos los pronosticos.

"(...) Y ojalá te mueras primero
así no tienes que volver sola a casa (...)"


J. Cortázar


Busca la media que deje abajo de la cama, el pelo que perdí en la almohada, el beso que te deje en la espalda. Júntalos. Dalos.

Armame otra vez. Incluso con la suma de todos mis estados deplorables.
Que collage mas extravagante, que mujer mas loca, que hombre mas hermoso.
Nada malo puede salir de eso sin embargo, ni siquiera puede salir algo malo de las lecturas y de esta humedad horrible que nos moja la ropa y los libros.
Llego a desesperarme por todo esto
por vos
por mi.

Tengo que ser paciente, una vez, una puta vez.
Después de la madrugada, viene el día
Y así pasa la semana
Y el invierno
Y después.
No tengo que asustarme porque mi sangre manche el piso
de eso se trata
De desangrarse, de abrirse con el pelo, la saliva, el jadeo
y que los demás cumplan sus funciones de estricta vigilancia.
Ni uno de esos ojos va a extrañarnos si los dejamos de mirar.

Por eso, voy a ir a buscarte siempre
Y si todo sale al revés yo ya no quiero hacer la pregunta de la respuesta.
Me enamoran los perfumes inescrutables de tu pelo
mas que las reconciliaciones y las fiestas de despedida
Y el cielo de los aeropuertos más que la lluvia en Buenos Aires
Amo más el orgasmo a las diez de la mañana de un domingo
sabiendo que afuera la gente pone el mate junto al diario en la mesa
las abuelas barren las veredas
y vos y yo estamos juntos muriendo de combustión espontánea, aprendiendo a correr sin ropa, abriéndonos surcos en la carne

(Me rompiste el vientre)

Por todo esto me duelen los pulmones y los gritos contenidos y tu nombre.
Pero con todo lo que me das me olvido de las cenizas, de los retratos y hasta de las lágrimas
El tiempo es un estupido que no deja que tu tiempo y mi tiempo se encuentren.