domingo, 3 de junio de 2012

Te con miel.

Hace días que me duele la garganta,que un cosquilleo le da a mi voz,un tono mas grave del habitual;eso no es problema,ni el fin del mundo,ni mucho menos le puede llegar a importar a quien lea esto...A vos por ejemplo; nada puede importarte que a mi me cueste hablar.

Lo extraño y lo que me moviliza a arrancar el post contando esto,es que puedo asegurar que el estado excede el plano físico,va mucho mas allá,me llega también al centro mismo del pecho,sube por la garganta y ahí se queda porque no se anima y baja por los brazos dudando si es el camino correcto.
Cuando llega a las manos ya ha caminado demasiado y se convierte en este post estúpido.Es inútil.
No puedo escribir y no puedo hablar. Y la garganta me duele,y no hay te con miel que la alivie.

Yo se lo que pueden estar pensando quienes lean esto, que yo trastorno todo,que divago demasiado sobre un dolor de garganta en temporada casi invernal,un detalle minúsculo...Pero les digo que si nos detenemos a ver cada suceso con el tiempo necesario corremos el riesgo de ser arrasados por la velocidad concatenada de cada hecho.
 Creo que estoy usando demasiadas palabras para decir algo muy simple: El dolor de mi garganta es invisible.

No es la primera vez que pienso que quiero hacer con mi vida,pero es la primera vez que la literatura no me acompaña;que ese reino que inventaba en mi infancia se desmorona ladrillo tras ladrillo,que quizás no sirvo para traer vida a un personaje,que las palabras  de mis poemas son son tan puras como quisiera.

         Un amigo me decía no hace mucho que para renovar mi forma de escribir debía cambiar mi forma de vivir,mi forma de ver.
Pero ahora que pienso en sus palabras,lo que podría haberle respondido es que un escritor no responde a un patrón de conducta.
Yo escribo desmembrandome,con las tripas en la mano y después,cuando quizás subí el post y me fui a tomar un café, sonreí en la calle,hable con mis amigas y nadie podría haber sospechado que dos horas antes llore frente a un monitor escribiendo un poema.

Por todo esto,y por muchas mas cosas que pienso este blog se encuentra un poco abandonado.A veces entro a ver cosas viejas y creo que fueron escritas por otra mujer y quisiera  abrazarla.
Ahora solo puedo prepararle un te con miel y leer esperando que la inspiración vuelva,que mi ansiedad y la vorágine de los días cesen y no quede nada mas que sentarse a escribir.