mi desorden,el olor de la madera,las cosquillas,
una casa que es tuya pero no es tuya que vas que venis que te volves.
Tu cuerpo y mi cuerpo al borde de la cama
cerca y lejos
de la mano
mis rodillas en tu cara
mis manos en tu pelo
tu sueño en mi sueño,y el aire denso de la primavera que nos adormece,
y nos despabila.
Empujemos a la nada los prejuicios
apaguemos la luz cuando todo amanezca
vivamos riendo y muriendo y viajando
perdiéndonos,
trepemos a la raíz inicial de nuestro destino
sin bolsos silbadores
sin libros
ni lagrimas.
Y que las torres de las horas se alcen perfectas en la madrugada
y que los instantes basten para darlo todo.
1 comentario:
Dichoso quien amarre en el Tiempo su padecimiento, porque sólo será dolor pasajero. Aunque un tanto oscuro, resguarda al misterio a orillas de la pasión. Sutil, delicado. Algo adolescente y serio, adulto pero salvaje. Un sinfín de contradicciones que dan paso a la reflexión y de antemano el recuerdo hermoso de haber amado. Un placer leerte. Atte: Arca de Ideas (MNR). www.arcadeideas.blogspot.com.ar
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