martes, 20 de julio de 2010
Noche
Me recuesto junto a él, sobre su cuerpo desnudo. Así: de lado, sobre mi costado derecho; mi brazo izquierdo lo abraza, desnudo; mi cabeza en el hueco que se forma entre su hombro y su mejilla; un beso y cierro los ojos.Me muevo insoportablemente.
No puedo escapar de la estrella, de las redes vivas que se tejen entre mis piernas: siento la misma fascinación que vos ante nuestro encuentro.
Estoy navegando en esta neblina grisácea que moja mis pestañas, la nube es un barco místico que me lleva a tierras vírgenes, a la misma isla que vos ya habitaste, antes que yo porque vos la conociste antes. Y yo aca, varada. Y no pienses que te persigo. No, no te persigo, pero mirá que hay un lazo que nos amarra transparente. El momento que vivimos es el mismo, sólo que en polos opuestos.
Yo también quisiera gritarme desde tu boca, yo también me soy perdida, inhabitada, sin más máscara que la planicie blanca de mi rostro abandonado. Yo podria ser nacida de tu mano.
Me das ratos de tan eterna felicidad!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
"yo también me soy perdida, inhabitada, sin más máscara que la planicie blanca de mi rostro abandonado."
Que cosa mas bella.
Qué hermoso texto... lo he leido con gusto como leo todo lo tuyo. Ayer te vi, escuché tu saludo tarde (estaba medio congelada por esa estúpida y necia valentía mia de salir de falda). Me quedé con ganas de ir a darte un abrazo, pero me decidí tarde y ya estabas dentro del auto. Será en otra oportunidad, luminosa personita, y que andes bien. Los mates, en cualquier momento...
"...pero mirá que hay un lazo que nos amarra transparente."
Me gusta esa frase.
Muy buen texto Maga.
Publicar un comentario