miércoles, 9 de septiembre de 2009
uno volando
Desde mis manos te veo chiquito,diminuto,indefenso.Y te tomo de los brazos,y podría matarte con solo apretar mis dedos,pero no.Te escondo en mi remera y vos te dormís en mi cadera y me gritas algo que no escucho,pobre con esa vocecita.
Hay noches en que te dejo en la mesa de luz para ver tus movimientos agitados,tu boca insultandome pero sin oírte,tu postura al quedate dormido bajo un libro ajado.Y que estúpida yo,creyéndome poderosa por poder guardarte dentro de mi mano,si vos sos como un gorrión ya te dije,no te puedo ver encerrado,prefiero imaginar tus viajes,creer que pensas en mi y te morís por volver a dormir en mis caderas.
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4 comentarios:
Pucha, la primera...
La última frase es perfecta Eli... ¿Eres una de ésas que creemos en la libertad total como forma de amor? Yo digo siempre que sólo es tuyo, de verdad, lo que no encierras. Lo que más que ser tuyo, es tú... eres vos ahí, con otra cara, un poco más alto y barba: mirándote; y uno no necesita encerrarse; uno quiere ser libre: siempre.
Si se entiende...
gracias Iri!...coincido con cada una de tus plabras!!!abrazoo
Maga: sobradas muestras son esas caderas, que uno no puede escapar, del universo que nos dio la vida.
Eli, es muy lindo!
choca
la
sexualidad
y la ternura
muy muy muy
bien
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